Pensamiento vegetal/pensamiento-planta/plantipensamiento: más acá de un problema de traducción
Héctor Andrés Peña RodríguezResumen
El libro Plant-Thinking: A Philosophy of Vegetal Life (2013), de Michael Marder, no ha sido aún traducido al español, pero desde ya puede anticiparse un problema no menor: para hacerlo habrá que dar por descontada la equivalencia entre “planta” y “vegetal”. Una sinonimia natural como pocas, podría pensarse. Pero ¿no es acaso esta obra filosófica, entre otras cosas ciertamente, una puesta en cuestión de tal identificación? Este artículo lo afirma y pretende demostrarlo con una lectura detallada, que no solo patentiza la impropiedad, de acuerdo con la propuesta de Marder, de asimilar lo vegetal a lo propio de las plantas, sino que, a partir de la diferencia entre ambos, propone algunas distinciones esenciales para la comprensión de la vida o del ser vegetal como “nostreidad” o como “nosotros”. Más allá de las formas, i. e. de la forma “planta”, de las formas de las lenguas inglesa y española, y de la propia lengua como forma, persistiría un problema de traducción al que la traducción permitiría acceder pero no traducir sin contradicciones: el de la vegetalidad como metamorfosis y como metabolè.